Vamos a ver, si yo en este momento estuviera al lado suyo y le preguntara:
¿Quién o qué es el centro de su vida? ¿cuál sería su respuesta?
A ver, piense....aunque, la respuesta debería ser inmediata. Se me ocurren varias respuestas que me podrían dar muchas de las personas a quienes preguntara; sin embargo, algunas de estas respuestas no me las dirían, se las guardarían para si mismos, para "no entrar en intimidades".
Pues.....el centro de la vida de alguien puede ser.... su familia, un hijo, el conyuge, el empleo, la profesión (no , no es lo mismo), cuidar de su salud, un amigo, el dinero, su mascota, su belleza, en fin, son muchas las cosas que pueden ser el centro de nuestra vida.
Muchas respuestas a una sola pregunta, como en todo. Pero a esta pregunta le corresponde una sola respuesta:
¿Quien es el centro de mi vida? ¿Alrededor de quién gira mi vida?
YO SOY EL CENTRO DE MI VIDA. MI VIDA GIRA ALREDEDOR DE MIS INTERESES, DE MI BIENESTAR, DE MI MISMA.
Suena "egocéntrico"...... Pues NO lo es.
Muchas personas -y me incluyo- en algún momento , por algún tiempo, centramos nuestra vida en otra persona: un hijo, un ahijado, los padres, el esposo, un amigo, un hobby, la mascota, la profesión, en algo o alguien fuera de nosotros. Nos dedicamos a cuidar, proteger, apoyar a ese ser en el cual centramos nuestros días, nos cortaríamos las venas para regalarle nuestra sangre............... Craso error!!!!!!
De repente un día, el hijo se casa, el marido se va con una más joven, los padres y la mascota se mueren, el amigo pelea y les saca el cuerpo, lo botan de su empleo, el ahijado crece y se aleja... ¿y cómo queda usted? Imagínelo, dígase a usted mismo en este momento, cómo queda. Queda solo, sin norte, sin ilusión, infeliz y deprimido, lleno de rabia y buscando excusas donde no las hay. Y todo por haber centrado su vida en algo o alguien fuera de usted. Cuando centramos nuestro amor y cuidados en nosotros mismos, pueden pasar todas estas cosas, sin que sienta que se le terminó la vida.
Nosotros y sólo nosotros, debemos ser el centro de nuestras vidas. Toda esa energía malgastada en otras personas, inviértanla en ustedes mismos; toda esa dedicación, ese amor, depositenlo en ustedes mismos. Hay algo que todo el mundo dice, pero que casi nadie practica y, cuando lo hacen, se van al otro extremo: "Debemos querernos a nosotros mismos, para poder querer a los demás." Y es muy cierto.
En la medida en que estemos bien, en que nos sintamos bien, los demás a nuestro alrededor, también estarán bien y la vida será más fácil, más grata, más feliz.
Ah! Cuidado! No estoy diciendo que descuide a su familia, amigos y empleo. No, eso no. Tampoco digo que se convierta en un ser egoista y prepotente. No, eso tampoco. Digo lo que ya dije. Ámese, cuídese, preocúpese por usted mismo.
La vida es muy hermosa y es suya. No la regale. Ya todos quienes le rodean disfrutarán con usted la parte que les corresponde.
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