sábado, 22 de noviembre de 2008

Los Sacrosantos....

Según la Real Academia Española de la Lengua, el término "sacrosanto" significa: "Que reúne las cualidades de sagrado y santo.
Sagrado y santo.......
Según sé, los "santos" están en el cielo y lo sagrado, en los templos, entonces......... ¿Cómo es que por ahí, en la calle, en nuestra cuadra, a nuestro alrededor, nos topamos con personas sacrosantas, a cada paso?
Pues... después de mucho cavilar para encontar el nombre real de estas personas sacrosantas, pude ver lo obvio: Los sacrosantos que abundan por ahí, no son otra cosa que seres ególatras, egocéntricos y perturbados mentalmente.
Sí. Hay personas que están a punto de ser sacrosantas, las hay,pero a éstas se les reconoce por su bondad, humildad y generosidad. He conocido a varias personas así, casi santas......"casi".

Pero resulta ser que ahora cualquier persona puede ser sacrosanta. Y como sacrosanta, debe ser intocable, inmencionable.... esto significa que nosotros, viles seres humanos de baja estofa, no podemos nombrarla y muchisimo menos, compartir con ella porque la ensuciamos.
Lamentablemente, el egocentrismo y la egolatría ciegan a sus poseedores sin permitirles ver más allá de sus narices y de su código de ética; código formado y nacido de sus carencias y necesidades, cultivado a través de los años de infancia y adolescencia y alimentado diariamente durante el resto de la vida adulta. En alguno casos -Gracias a DIOS- la persona se da cuenta del rumbo que ha tomado su vida y, como dice M.J. , mi gran amiga, pues enmienda la actitud y hace camino sano y viable en el permanente ahora, (hace camino al andar) llegando a convertirse en adultos felices y equilibrados. En otros casos, el egocentrismo está tan, pero tan enraizado en él, que es una necesidad básica, parte primordial de su vida, tanto como el respirar o el latir del corazón. No pueden vivir sin su egolatría. Son esos seres que adjudican sus vicios o características a quienes están cerca, juzgándolos según sus propios defectos, desde su rincón oscuro, sin tener la capacidad de ver al otro en su justa medida y creyendo -lo que es peor- que tienen la total y absoluta razón en sus conclusiones.Y por si esto fuera poco, sacrosantifican al nuevo amigo o a la nueva pareja; lo encierran en una burbuja, donde NADIE pueda tocarlo, y ni tan siquiera pronunciar su nombre. Lo quieren solo para ellas, lo rodean de un misterio insoldable, llamado MIEDO. Miedo a que se lo roben y se quede solo de nuevo. Muchas veces la "victima del sacrosantismo" ni se imagina que sucede a pocos pasos de ella, aunque claro, prejuzga según los hechos que le cuenta el sacrosanto mayor, hechos que casi siempre nacen de su mente desequilibrada y de su corta visión.
Pero............ viéndolo desde otro ángulo, no es censurable. Ellos han vivido de soledad en soledad, de fracaso en fracaso, de sueño irrealizable en sueño irrealizable.... su única fortaleza radica en el creer que son perfectos, que absolutamente nadie es más inteligente, o generoso o racional que ellos, que son la virtud hecha persona y que son dueños de la verdad y de la razón. He conocido a varias personas así; he visto como se forjan enemigos y odio. Pensé demostrarles lo perjudicial de su actitud, que entendieran que debían enmendar el error, sin embargo, a tiempo me di cuenta que sin su egocentrismo y egolatría, hace mucho tiempo hubieran muerto, que eso era su motor, lo que los hacía levantarse cada mañana.
Y sentí mucha compasión.
Compasión... porque debe ser muy triste no tener amigos y alejar de si, con su actitud despreciativa e invalidante, a las poquísimas personas que en un momento dado se acercaron para ofrecer amistad y amor.
Compasión... porque debe ser muy triste levantarse cada mañana y no tener a quién llamar, a quién besar o a quién sonreir.
Compasión... porque debe ser muy triste odiarse tanto, tanto, que crean que no se merecen a alguien a su lado.
Compasión... porque debe ser muy triste tener que vivir con uno mismo, sabiendo que no nos soportamos.
Compasión... porque en el fondo de su alma y en algún lugar de su mente, saben que van directo a la destrucción y no hacen nada para cambiar el rumbo.
Compasión, porque debe ser muy triste vivir con el tirano llamado "Egocentrismo"

Entonces, cuando vean a estos pequeños dioses a su alrededor, ofrézcanles un rayo de Luz, un pensamiento de amor, una palabra amable, sin esperar una respuesta igual.
Recordemos que si fueramos reales sacrosantos, estaríamos en los altares, rodeados de velitas y flores, no caminando por la vida, haciendo camino al andar.

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