domingo, 30 de noviembre de 2008

Soltar y dejar ir.

Una amiga mía, quien también tiene un blog, -El jardín pelado- escribió sobre el apego, refiriéndose a sus desapegos.
Afortunadamente, no soy apegada a las cosas materiales; me gustan sí, pero si las tengo bien y si no, pues también. Si tengo algún objeto que me gusta, lo disfruto, pero si se me pierde o se rompe... que se le va a hacer!
Tampoco creo ser apegada a las malas mañas o a las características de mi personalidad que se puedan catalogar de "negativas", y digo "que se puedan catalogar", porque como todos sabemos, vivimos en una sociedad donde todo se desarrolla entre límites de normalidad. Lo que para mi es normalísimo, para mi vecino, amigo e incluso un hermano, puede ser la "anormalidad" más grande. Recuerden que nuestro cuadro de actuación y de convicciones, depende de la forma en que hemos sido criados y de la personalidad de cada quien.

Continúo. No estar apegada a las malas mañas, sólo significa que al cometer un error, actuar de una manera inesperada y no muy lógica, reflexiono, me reviso con toda honestidad y vuelvo sobre mis pasos, a enmendar lo realizado. No me quedo tercamente pegada en mis trece, solo para no dar mi brazo a torcer o para no dar la razón. Esto es inmaduro. Y quienes me conocen -los que me conocen, no los que creen conocerme y lo que ven en mi es solamente su reflejo- saben que es cierto, que actúo así

Sin embargo, padezco de una cantidad de apegos que son los más nocivos para nuestra Paz y nuestra emocionalidad: Soy apegada a las personas. Sobre todo a aquellas que en algún momento pensé que me profesaban un cierto aprecio y a quienes yo, realmente, de verdad verdad, quería mucho. Malo, malo.......Nunca debemos dar por sentado que alguien nos quiere y que va a estar ahí, cerca de nosotros por siempre, o al menos, siempre que se viva en la misma ciudad.


Ahora, volviendo sobre mis pasos en el tiempo, revisando mis apegos, me doy perfecta cuenta que debo trabajar más intensamente para borrarlos. El verdadero cariño, el amor real, deja en libertad a las personas, les da la libertad de elegir con quién y dónde quieren estar. Puede que nos duela mucho y muy profundamente, sin embargo, no se puede obligar a nadie a ser nuestro amigo porque la amistad no se mendiga, se da como una ofrenda. Reconozco -y me perdono por eso- que varias veces a lo largo de mi vida, mendigué un poco de amistad, sin percatarme de que tenía una gran cantidad de amigos, demostrados y comprobados a lo largo de los años. Y hasta hoy aun me pregunto ¿por qué lo hacía? y todavía no obtengo la respuesta. Porque soy humana, tal vez... Porque a veces actuamos tontamente... ¿por apego....?

Mi amiga, M.U., me dio una explicación del apego, no muy linda, pero muy real. Apegarnos a una persona y no poder soltarla, equivale a estar metida en un charco durante mucho tiempo, y haber aprendido a lidiar y a movernos en medio de esa fango con relativa comodidad. Nos acostumbramos a eso. Entonces viene alguien y nos ofrece una hermosa piscina con agua tibia, escalinata para entrar y salir, agua limpia y cristalina y no la aceptamos. Nos da miedo salir de nuestro charco donde ya nos hemos aprendido a mover con cierta seguridad. Eso mismo es estar apegado. No soltamos a la persona porque ya la conocemos, sabemos cómo va a actuar y sobre todo, sabemos cómo actuar para no buscar problemas. Es más fácil eso que empezar todo de nuevo con otra persona.
Pero llega el momento en que el fango es demasiado espeso; nos impide caminar, expresarnos, y en algunas ocasiones, hasta respirar. Este es el momento de soltar y dejar ir. Por nuestro bien, por nuestra tranquilidad, por nuestra salud mental.
Hace muchos años ya, tal vez diez o doce, pasé por una situación muy dolorosa con una amiga mía de muchos años. Lloré y lloré y volví a llorar, y en un momento de mucha rabia, pues no entendía a qué se debía esa situación injusta, di media vuelta y me fui. La solté y la dejé ir. Lloré un poco más, pero fui superando la situación. Nunca me olvidé de ella, por supuesto y en mi fantasía, pensaba en ella con rabia o nostalgia. Hasta ahora.
¿Hasta ahora? Sí. Pero no porque la haya olvidado definitivamente. Hasta ahora, porque volvió.
Sí. Volvió. Después de reflexionar, pues mi amiga es muy inteligente, se dio cuenta de lo que había pasado realmente y se dio cuenta de que no hizo lo que debía haber hecho, sino que siguió el impulso de su rabia y desencanto del momento; es decir, el veneno que le fue inoculado la cegó y la paralizo. Pasaron muchos años. Sí, muchos, pero también hubo situaciones que impedían el encontrarnos.
Ella hizo lo que cualquier persona medianamente sana hace: reflexionar con honestidad, sin proyecciones, sin apasionamientos, con objetividad, sin sacar conclusiones equivocadas o nacidas de la niebla de mente.
Reflexionó y vio que lo único que no había hecho en aquella oportunidad, era lo único que tenía que hacer: hablar conmigo y aclarar las cosas. Ella, mi amiga, es una persona SANA, emocionalmente sana. Y me buscó y me encontró. Porque cuando hay suficiente amor en ambas partes, la que busca, siempre encuentra y en el mismo tono y con el mismo matiz: afecto y amor real y sincero.
Sean libres, suelten y dejen ir. Si su consciencia está tranquila, si sus intenciones fueron nobles y llevadas por el amor y la bondad, no se preocupen. Cuando los ríos se desbordan, siempre vuelven a su cauce. Nadie es tan absolutamente malo o enfermo para no darse cuenta de sus errores. Sólo los que han perdido la razón y han sido clinicamente diagnosticados. Sólo ellos no entran en razón, porque simplemente, no pueden.
Dios está en nuestro corazones y la Justicia Divina existe y actúa.
Entonces.... suelte y deje ir....





viernes, 28 de noviembre de 2008

ACLARACION

A aquellas personas que me conocen y que se han comunicado conmigo, "asombrados" de lo que escribo, les digo:
Sí. Yo soy terapeuta floral y, además, en algunas ocasiones hasta he podido ayudar a alguien con mis palabras. Sin embargo y Gracias a Dios, soy un ser humano, y como ser humano, siento dolor, rabia, tristeza, decepción, en fin, todos esos sentimientos y emociones que en algún momento nos tocan y hacen daño. De ahí el nombre del blog: Vamos a ser humanos. A través de este blog, me estoy dando el derecho de expresarme como un ser humano. Y, no se preocupen. Soy la de siempre, la que ustedes conocen; no me salieron cuernos y pezuñas.

martes, 25 de noviembre de 2008

Dignidad

Hoy hace apenas unos minutos, llamé a uno de mis amigos para contarle un encontronazo que tuve con una conocida mia. Le conté de pe a pa, lo sucedido, sabiéndo que él siempre me hace centrarme en la realidad cuando estoy pensando con las tripas. Como siempre, lo hizo. Me dijo: -Hay que tener dignidad-
....¿¿¿???.....
Después de lo que me dijo, sabiendo yo perfectamente bien a qué se refería, quedé impactada, casi que hubiera tomado Rescue. (sí, me dejó en shock)
DIGNIDAD, ni más ni menos.
¿Cuántas personas nunca han perdido su dignidad ante una persona, una situación, una acción? Espero que muchas, pero me atrevería a decir que todos y cada uno de los seres humanos que pueblan el planeta, excepto los niños pequeños, claro, han perdido su dignidad, aunque sea por un momento.
Mi amigo, el diccionario, el que siempre saco a colación en mis escritos, dice que dignidad es la gravedad y decoro de una persona en su manera de comportarse. (es una de las acepciones de la palabra)
¿Cuántas veces hemos perdido nuestro decoro al ir conduciendo nuestro vehículo? ¿Cuántas veces no hemos perdido la dignidad, después de pelear con el novio o el esposo o el amante, pidiendole que nos perdone? ¿Cúantas veces no se pierde la dignidad ante el jefe, en nuestro empleo, sólo por conservarlo? ¿Cuántas mujeres no han perdido la dignidad haciéndose las ciegas o las desentendidas, al saber que su esposito, tan lindo y tan querido, tiene una amante, sólo para no dejar de ser "la señora"?
Pero, un momento.... pedirle perdón a nuestra pareja, no es perder la dignidad; tratar de conservar el empleo no es perder la dignidad.... querer ser la señora, no es perder la dignidad.
Sí y no. Eso depende de la manera en que nos comportemos en esa situación y depende da la situación misma.
Veamos:
El acto de pedir perdón, después de haber cometido una falta, dice mucho de nosotros; hacerlo habla de nuestra nobleza de espíritu, de nuestra madurez, de nuestra salud mental. A lo que me refería antes, es a aquellas personas que permiten que otra las ofenda, las humille, las insulte y, en lugar de separarse, alejarse , siguen ahi, "mal pegadas" y no conforme con esto, después de una pelea -en la que fueron las agraviadas-, van donde el victimario y le ruegan que no esté bravo, que no se vaya. ¡NO SEÑOR! Así no es. Es en esa actitud que perdemos nuestra dignidad.
Ah!... pero es que si lo piensan mejor, la cosa no fue para tanto......No fue para tanto..... pues, veamos de nuevo:
Primero, revise su interior, vea bien y dígase si realmente usted es merecedora de ser maltartada.... ¿ya lo pensó?
Segundo, ¿el maltratador es una persona mental y emocionalmente sana, cuerda, conciente de si misma y de sus defectos y virtudes, que sabe reconocer la razón en otros?... ajá... ¿vio?
Tercero, ¿lo que causó el incidente fue un hecho real, o fue la interpretación que le dio el maltratador a lo que usted dijo o hizo lo que originó la disputa?... ¿se fija?
Y esto es válido para todas las áreas de nuestra vida: profesional, fraternal, social, todas. Hace un año más o menos, conocí a una joven mujer que estaba pasando por una situación sumamente delicada y dolorosa con su esposo. Cuando finalmente pudieron hablar, ella simplemente propuso el divorcio. Con toda entereza asumió los hechos, sin que esto signifique que no lloró y pataleo. Sí, lo hizo. Pero en ningún momento fue a arrastrase delante de la pareja a rogarle que volviera ni se hizo la desentendida para seguir siendo la señora. Y no, eso no es orgullo mal entendido, no. Es dignidad.
Igual pasa con los empleos. usted tiene 10 años desempeñando su labor lo mejor que puede y cuando hay una vacante, ponen al cuñado del panita del jefe, y a usted, de asistente, porque usted tiene toda la experiencia y, "puede ayudar al nuevo jefe, mientras se familiariza con el funcionamiento de la empresa". Al final, termina haciendo el trabajo del jefe nuevo y el suyo, y de paso, le sirve el café para tener al otro contento y conservar su puesto. ¿Y su dignidad? ¿Será que cree que se merece eso?
Una jovencita que conozco, profesional, excelente trabajadora, mano derecha de su jefe, estaba esperando un ascenso que le fue ofrecido. Llegó el momento de dar los fulanos ascensos y a ella no se lo dieron, porque "no tenía la experiencia requerida en otras áreas, fuera de donde se desempeñaba en esos momentos" Bueno, muy fácil; metió el curriculum en otras empresas y en un mes ya estaba empleada.
Muchas veces dejamos de lado la dignidad por miedo. Miedo a perder el empleo, el marido, el amigo, lo que sea. Y para salvaguardarnos de sentir verguenza, nos escudamos tras un: "él va a cambiar", "todos merecen otra oportunidad", "el proximo ascenso es para mí, segurito", "ella es mi amiga de verdad, pero está nerviosa", sin darnos cuenta que tenemos un miedo atroz, miedo que nace de la soledad y de la inseguridad. ¿Y qué logramos? Continuar desempeñando nuestro rol de pendejos, comiéndonos la rabia y viendo como nuestra autoestima mengua y mengua con cada maltrato,con cada humillación, con cada mirada de desprecio.
¿Y el maltratador? Ahh!!! ...Él pone cara de sufrimiento, de persona desvalida y vulnerable, de ayúdame porque no sé, para hacernos sentir mal y poder mantener su pozo séptico al lado, donde vaciar su inmundicia.
Señores! Señoras! Seres Humanos! HAY QUE TENER DIGNIDAD! recoja sus bártulos y váyase, deje ese empleo, mande a ese amigo a cortar caña, ¡lo que quiera! TENGAMOS DIGNIDAD.












lunes, 24 de noviembre de 2008

Flores de Bach


Las flores de Bach, son esencias de flores que tienen cualidades curativas. Restablecen el equilibrio emocional y nos capacitan para enfrentar las situaciones negativas que vivimos, que tuvimos en el pasado o las que nos impiden actuar con claridad en el presente. De la misma manera, previene algunas enfermedades de nuestro organismo, pues como se ha descubierto en recientes estudios, todas las enfermedades que nos aquejan, provienen de nuestros miedos, situaciones estresantes, complejos, características de personalidad, etc., es decir, son psicosomáticas.
La esencia floral actúa en la emoción que está impidiendo que actuemos de manera “sana” y polariza la situación negativa dentro de nosotros.
Hay que aclarar que esto no quiere decir que lo que pasa en su entorno va a cambiar al tomar las flores; significa que adoptaremos otra actitud, una actitud sana para afrontar cualquier situación. Al cambiar nuestra actitud, por supuesto que nos vamos a sentir mejor, y nos damos cuenta que no es tan dificil salir del atolladero en que nos encontramos, que podremos superar la situación.
Los resultados no se dan en tres días ni en cuatro. LLevamos años y más años alimentando y reforzando un sentimiento, una emoción negativa, además, ésta siempre va unida a otras, enraizándose y reforzando el que la emoción no deseada, nos asalte en cualquier momento. Es un tratamiento a largo plazo, cuyos resultados se sienten en un máximo de 3 semanas (21 días), teniendo en cuenta que el sentir mejoría no significa que ya estamos totalmente bien. Recuerden lo antes dicho, una emoción alimentada por años, no desaparece totalmente en tres semanas.
Y repito, aunque ya lo advertí: El RECUE REMEDY es una formula floral para situaciones de SHOCK. Sólo para eso.
En las siguientes semanas, describiré situaciones en las que cualquier persona se puede ver envuelta y daré la correspondiente fórmula para superarla. Sin embargo, debo aclarar que las fórmulas que daré son para salir del estado emocional producido en el momento, por la situación vivida.
Me explico: Si peleó con el novio y está deprimida por la pelea y piensa: -"¿Hasta cuándo? Es que ningún hombre sirve para nada"- pues, puede tomar la fórmula floral indicada, y saldrá de la depresión; eso sí, los motivos por los cuales usted sólo encuentra hombres que "no sirven para nada", están ahí, dentro de su cuerpo emocional, esperando que conozca a otra persona para actuar de la misma manera. No se preocupe, las flores también sanan esa situación; pero debe ir a un terapeuta floral.
La flor de la foto se llama Agrimony, en su nombre en inglés; Agrimonia, en español.


sábado, 22 de noviembre de 2008

Los Sacrosantos....

Según la Real Academia Española de la Lengua, el término "sacrosanto" significa: "Que reúne las cualidades de sagrado y santo.
Sagrado y santo.......
Según sé, los "santos" están en el cielo y lo sagrado, en los templos, entonces......... ¿Cómo es que por ahí, en la calle, en nuestra cuadra, a nuestro alrededor, nos topamos con personas sacrosantas, a cada paso?
Pues... después de mucho cavilar para encontar el nombre real de estas personas sacrosantas, pude ver lo obvio: Los sacrosantos que abundan por ahí, no son otra cosa que seres ególatras, egocéntricos y perturbados mentalmente.
Sí. Hay personas que están a punto de ser sacrosantas, las hay,pero a éstas se les reconoce por su bondad, humildad y generosidad. He conocido a varias personas así, casi santas......"casi".

Pero resulta ser que ahora cualquier persona puede ser sacrosanta. Y como sacrosanta, debe ser intocable, inmencionable.... esto significa que nosotros, viles seres humanos de baja estofa, no podemos nombrarla y muchisimo menos, compartir con ella porque la ensuciamos.
Lamentablemente, el egocentrismo y la egolatría ciegan a sus poseedores sin permitirles ver más allá de sus narices y de su código de ética; código formado y nacido de sus carencias y necesidades, cultivado a través de los años de infancia y adolescencia y alimentado diariamente durante el resto de la vida adulta. En alguno casos -Gracias a DIOS- la persona se da cuenta del rumbo que ha tomado su vida y, como dice M.J. , mi gran amiga, pues enmienda la actitud y hace camino sano y viable en el permanente ahora, (hace camino al andar) llegando a convertirse en adultos felices y equilibrados. En otros casos, el egocentrismo está tan, pero tan enraizado en él, que es una necesidad básica, parte primordial de su vida, tanto como el respirar o el latir del corazón. No pueden vivir sin su egolatría. Son esos seres que adjudican sus vicios o características a quienes están cerca, juzgándolos según sus propios defectos, desde su rincón oscuro, sin tener la capacidad de ver al otro en su justa medida y creyendo -lo que es peor- que tienen la total y absoluta razón en sus conclusiones.Y por si esto fuera poco, sacrosantifican al nuevo amigo o a la nueva pareja; lo encierran en una burbuja, donde NADIE pueda tocarlo, y ni tan siquiera pronunciar su nombre. Lo quieren solo para ellas, lo rodean de un misterio insoldable, llamado MIEDO. Miedo a que se lo roben y se quede solo de nuevo. Muchas veces la "victima del sacrosantismo" ni se imagina que sucede a pocos pasos de ella, aunque claro, prejuzga según los hechos que le cuenta el sacrosanto mayor, hechos que casi siempre nacen de su mente desequilibrada y de su corta visión.
Pero............ viéndolo desde otro ángulo, no es censurable. Ellos han vivido de soledad en soledad, de fracaso en fracaso, de sueño irrealizable en sueño irrealizable.... su única fortaleza radica en el creer que son perfectos, que absolutamente nadie es más inteligente, o generoso o racional que ellos, que son la virtud hecha persona y que son dueños de la verdad y de la razón. He conocido a varias personas así; he visto como se forjan enemigos y odio. Pensé demostrarles lo perjudicial de su actitud, que entendieran que debían enmendar el error, sin embargo, a tiempo me di cuenta que sin su egocentrismo y egolatría, hace mucho tiempo hubieran muerto, que eso era su motor, lo que los hacía levantarse cada mañana.
Y sentí mucha compasión.
Compasión... porque debe ser muy triste no tener amigos y alejar de si, con su actitud despreciativa e invalidante, a las poquísimas personas que en un momento dado se acercaron para ofrecer amistad y amor.
Compasión... porque debe ser muy triste levantarse cada mañana y no tener a quién llamar, a quién besar o a quién sonreir.
Compasión... porque debe ser muy triste odiarse tanto, tanto, que crean que no se merecen a alguien a su lado.
Compasión... porque debe ser muy triste tener que vivir con uno mismo, sabiendo que no nos soportamos.
Compasión... porque en el fondo de su alma y en algún lugar de su mente, saben que van directo a la destrucción y no hacen nada para cambiar el rumbo.
Compasión, porque debe ser muy triste vivir con el tirano llamado "Egocentrismo"

Entonces, cuando vean a estos pequeños dioses a su alrededor, ofrézcanles un rayo de Luz, un pensamiento de amor, una palabra amable, sin esperar una respuesta igual.
Recordemos que si fueramos reales sacrosantos, estaríamos en los altares, rodeados de velitas y flores, no caminando por la vida, haciendo camino al andar.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Información importante.

Como terapeuta floral me causa cierta ansiedad ver como las personas, sin tener ningún conocimiento real, se ponen a "recetar" el Rescue. Lo aconsejan para todo: para la ansiedad, el miedo, el estrés, el dolor de cabeza, la pelea con el novio, el pleito con el vecino, el miedo a la lluvia continua, la depresión, el imsomnio, el dolor de vientre, los ptt, la hipocondría...... para todo! Lo han tomado como la panacea de las flores de Bach y -reconociendo que es muy bueno PARA LO QUE ESTÁ INDICADO-, el tomarlo indiscriminadamente, no es bueno.
El RESCUE es solamente para las situaciones de SHOCK. (Un shock es una situación imprevista, eventual, generalmente desagradable, que deja a las personas sin saber qué pensar o qué decir; casi paralizado) Nada más. Tomar el rescue hasta para solucionar la angustia porque se le rompió una uña, es algo neurótico. (Hay flores para la neurosis) y si la flor los saca del shock, imaginense tomarlo como parte de su dieta diaria... llegará el momento en que estarán tan light, tan rico, que no les importara nada y pueden hacer cualquier cosa.... y cualquier cosa ES CUALQUIER COSA.
Si quiere probrar un tratamiento de flores de Bach, que realmente es MUY EFECTIVO, vaya a un especialista; no le haga caso a la vecina o a su amiga. La intención es buena, pero la ayuda no.

Por qué estoy aquí.....

Por qué estoy aquí, aquí en este blog, no aquí en esta vida.... estoy aquí, escribiendo -sin saber qué voy a escribir-, porque ayer llamé a una amiga, mi "amiguita Antonia", y le pregunté si yo tenía derecho a odiar.....


¿Tenemos derecho a odiar? ¿Debemos tragarnos nuestra rabia porque un día, en algún momento de nuestra vida, nos hicimos el propósito de crecer emocional y espiritualmente? Y como el odio es "pecado mortal", como va en contra de los principios de Amor Universal..... ¿Tenemos que tragarnos la ira, aceptar las humillaciones y las ofensas sin permitirnos sentir rabia?!!


Pues.....siempre lo hice así. Me tragué toneladas y toneladas de rabia, enormes y numerosas humillaciones, permití que "pasaran coleto" conmigo y con mis sentimientos, permití que me utilizaran y se aprovecharan de mi "generosidad"...... Y siempre escuché la misma frase: Tú de buena te pasas a pendeja.


Entonces mi amiguita, que tiene esa sabiduría de la gente sencilla, y un gran trabajo de crecimiento personal a cuestas, me dijo:


-Claro, amiguita! claro que tienes derecho a odiar y a desearle mal a la gente que te ha jodido, y a botar cuanto insulto se te ocurra. ¿O qué quieres? ¿que te de cancer?- Pero cuidado cuando deseas algo malo; deséalo para la acción, para la situación pero no a la persona misma. Por supuesto que tienes derecho, TÚ ERES UN SER HUMANO.





BINGO!!!!!!! ........ Yo soy un Ser Humano. Con todos lo errores, las virtudes, los defectos, las generosidades, los egoismos y los sentimientos positivos o negativos de cualquier ser humano.


Soy un Ser Humano que busca ser cada día mejor, que desea hacer un trabajo que agrade a la creación, a la Luz, a Dios, como quiera que se le llame, pero un ser humano, de carne y hueso, que siente y se resiente ante los desprecios de quienes le rodean.

Entonces..... Vamos a ser seres Humanos! Vamos a aceptar que tenemos deseos oscuros, que a veces mentimos, que juzgamos y criticamos. Somos humanos, humanos en camino de perfeccionarnos, pero humanos. tenemos derecho a fallar y.... humanos que tenemos la obligación de no volver a cometer el mismo error, tenemos la obligación de aprender de ellos y de las lecciones que nos da la vida.

Si en un momento dado sienten odio por alguien, acéptenlo, no luchen contra ese sentimiento, pero tampoco se sumerjan en él. Si desean algun mal para alguien que los ha herido, acéptenlo disfruten imaginando varias formas de tortura y verán como terminan riéndose y viendo que, después de todo, no vale la pena entregar nuestra paz interior a un hecho tan estúpido, tan "humano".

Somos como niños pequeños, pequeños hijos de Dios que estamos aprendiendo, aprendamos bien, aprendamos en paz, pongamos en práctica todo eso bueno que sabemos y que puede ayudar a la persona que tenemos al lado, pero sin olvidar que, como humanos que somos, no todo será tan perfecto como deseamos.

VAMOS A SER HUMANOS.