domingo, 3 de mayo de 2009

DIOS PROVEERÁ.

Hay muchas personas (y me incluyo entre ellas) que cada vez que tienen un problema, casi siempre económico, dicen: "Dios proveerá". Sin embargo, cuántas de esas personas dicen esta frase con la absoluta convicción de que esto ES ASÍ. Pocas, muy pocas. Repetimos la frase y seguimos con la atención puesta en la necesidad o en la situación que las provocó sin darnos realmente cuenta de lo que significan o de la inmensa VERDAD contenida en ellas.
DIOS PROVEERÁ, Dios nos dará la fuerza para levantarnos y salir victoriosos de la situación en cuestión. El saber con absoluta certeza que esto es cierto, que es nuestra verdad, hará que descansemos en esta creencia y hará que la ayuda, la provisión que necesitamos, fluya sin ningún estorbo, sin ningún "sabotaje" interno y se solucionen las necesidades: laborales, de salud, de relaciones, de dinero, de todo tipo. ¿Cómo se solucionarán? Eso no es cuenta nuestra. Ya se nos ocurrirá una idea que podremos poner en práctica de inmediato, aparecerá una persona que nos ayudará, tendremos la visión correcta para encontrar la respuesta que precisamos, todo se ajustará para que se manifieste el resultado correcto y propicio, porque Dios proveerá.
Cuando estemos a punto de rendirnos ante pensamientos de dudas y fracasos, es cuando más tenemos que aferrarnos a la frase, a la idea, a la creencia de que Dios, NUNCA ha dejado de proveernos de todo cuanto hemos necesitado, desde el mismo momento que nacemos en cada encarnación.
Debemos llevar esta creencia a cada rincón de nuestra mente, tenerla presente en nuestros pensamientos y en nuestros actos de cada día, hasta que sea parte de nosotros mismos y no nos quede la menor duda de que es así. ¿Cómo lograrlo? repitanlo a cada momento, en cada situación, cuando sientan que está demorando, no duden, sigan adelante con amor, con gratitud y con fe. Finalmente, se darán cuenta de que DIOS PROVEYÓ.

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