Principio (Ley) del Mentalismo.

El primer principio que nos dice Hermes Trismegisto, es el Principio del Mentalismo. Muchos lo conocen como Ley de atracción. Es lo mismo y se puede definir en tres palabras: "Todo es mente"
Los pensamientos son "cosas", son materia; se convierten en felicidad, premios, alegrías, dinero, tropiezos, enfermedades, en esas situaciones en las que mantienes tu atención. Se manifiestan en tu exterior, en tu medio, en tu vida y en tu mundo, dependiendo de la carga que le imprimas: negativa o positiva. Podríamos compararlos a un vaso de agua: El agua es la energía que se te ha dado y tú haces con ella lo que quieras; la usas para refrescarte, o para lavarte las manos, o la llenas de lodo o la dejas a un lado o la botas o preparas un jugo. Haces lo que te parece mejor, pues tienes libre albedrío. Igual hacemos con nuestra mente que tiene nuestra energía creadora. "Hágase según tu palabra" ¿Recuerdan eso?
San Pablo Apóstol dijo: "Somos transformados por la renovación de nuestras mentes". Esto significa que cuando cambiamos nuestra manera de pensar, nuestro entorno también cambia, comienzan a manifestarse los "productos" de nuestros pensamientos a nuestro alrededor y comenzamos a ver milagros por doquier. Si mantienes una idea, la alimentas, ella crecerá y no podrás cambiar sus consecuencias, a menos que elimines esa idea de tu mente y la cambies, la polarices hacia lo positivo.
Dios creo la Vida, la Humanidad con su mente; al ser co-creadores, creamos nuestra vida, nuestro mundo con nuestra mente. En nosotros mismos está el crearnos un mundo feliz, agradable, lleno de Paz. Comienza ya, aquí y ahora.
El Poder de Dios está dentro de cada uno de nosotros.
Sawabona.